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Casi todo el mundo, desde su más tierna infancia, ha experimentado la emoción de deslizarse por un tobogán, sintiendo el aire en la cara y la velocidad en su piel para, finalmente, zambullirse en el agua. En Zig Zag, le da una vuelta de tuerca a esa experiencia retorciendo los toboganes hasta límites casi imposibles.
Este sinuoso tobogán enroscado que transcurre a lo largo de las montañas del parque acuático hacen las delicias de mayores y pequeños que midan más de 1,10 metros. Su vistoso color blanco llama la atención cuando se ve desde abajo, contrastando con el azul del cielo, o desde su salida en la parte de arriba, al resaltar sobre el verde de la hierba en la que se posan.
Ubicado a más de 20 metros de altura, este tobogán que parece una culebra, se retuerce, entrelaza y serpentea de tal forma que crean divertidos recovecos, emocionantes curvas, excitantes saltos y rapidísimas caídas. La subida de adrenalina está asegurada en su interminable recorrido.
Ayudado por el agua que fluye por ellos, hay que pasar numerosas bajadas, curvas a un lado y al otro y cruzar un laberinto para caer en la refrescante piscina a la que va a parar este loco tobogán.
Una de las atracciones más originales de Aquopolis Cartaya.